Viajar
a Portugal con Saramago es una experiencia única, un lujo. Porque conmueve,
porque con él no solamente se desplaza uno de un lugar para otro por esos
rincones que él adora, sino que, además, te enseña a utilizar el viaje como
descubrimiento, como invitación a la reflexión y como búsqueda continua. Es el mejor compañero de viaje en
cualquier circunstancia pero, si cabe, mucho más cuando uno se mueve por su
tierra. Saramago,
cuando viaja, va registrando el tránsito, va husmeando puertas, descubriendo
caminos, disfrutando paisajes, compartiendo emociones. Se pasa el viaje
conversando con el tiempo, con la gente, con los árboles y consigo mismo.
Conocer de cerca Portugal y aprender a viajar son dos de los grandes motivos por los
que queremos que nos acompañe.
O la forma de aprovechar un fin de semana largo para hacer algo un poco distinto e interesante
miércoles, 21 de marzo de 2012
lunes, 12 de marzo de 2012
Portugal, ¿por qué te quiero tanto?
Volvemos a
Portugal, un reencuentro ansiado, una vuelta a ese país vecino en el que, a
pesar de la proximidad, de la familiaridad y de sentirnos como en nuestra propia casa, siempre
tenemos la sensación de que nos encontramos en un destino especial, fascinante e
incluso, en algún sentido, exótico. Nos apetecía
volver a encontrarnos otra vez con la vida portuguesa, respirar la calma, sentir de nuevo la belleza del paisaje, el embrujo de sus rincones, refrescar a Saramago, saborear una gastronomía deliciosa, disfrutar de la amabilidad de sus gentes y perdernos. Casi nada.
lunes, 5 de marzo de 2012
Programa inicial para cuatro días
Viernes, 30 de marzo
2012
Salida hacia Portugal
Llegada a Oporto a una hora temprana. Visita de la ciudad en bicicleta. Hay
que aprovechar el día para comprobar si efectivamente Porto es “un estilo de
color, un acierto, un acuerdo entre el granito y los colores de la tierra”,
como dice Saramago.
El premio Nobel recomienda arrancar desde el Largo da Sé, bajar por las
Escadas das Verdades hasta Ribeira, pasar bajo el arco de la Travessa dos
Canasteiros, pasear por las calles y luego subir por al Rúa Escura hasta la
plaza de la Catedral. Alaba la talla barroca de San Francisco, dice que es la mejor talla dorada del país, la
iglesia de Santa Clara y la Fuente del Pelícano. Al atardecer, se hace imprescindible un café en el
célebre Majestic.
Sábado, 31 de marzo
de 2012.
1ª etapa: Oporto-
Povoa de Varzim
Aproximadamente 42,6 km.
La salida de Oporto la haremos siguiendo toda la ribera del
Duero hasta llegar a la desembocadura. A partir de ahí, giramos en dirección
norte y siempre en paralelo al Atlántico. Hasta Vila do Conde hay unos 32
kilómetros.
Dice Saramago que en Vila do Conde hay mucho que ver (y
señala “una picota con un brazo armado de espada, figuración de una justicia
que no precisa que le venden los ojos porque no los tiene”, la iglesia
parroquial de Santa María de la Asunción y el convento de Santa Clara).
Después, desde ahí, ya hay un cómodo carril bici hasta Povoa de Varzim.
Cena temprana en la famosa Casa dos
Frangos. Alojamiento en Sao Félix Park (Laúndos).
Domingo, 1 de abril
de 2012
2º etapa: Povoa de
Varzim-Viana do Castelo
Aproximadamente 44,8 km.
Si salimos de Laúndos se puede ir hacia Estela a coger la
N-13, se ahorran bastantes kilómetros.
Salida por A-ver-o-mar y Aguçadoura (a dónde dice Saramago
que había ido a ver los campos-masseira –que inventan agriculturas en tierras
estériles-) hacia Esposende (alrededor de 19 kilómetros). Desde allí quedan
otros 25 km.
Según Saramago, Viana do Castelo es pródiga en puertas y
ventanas manuelinas. Destaca de la ciudad el museo, con la más completa
colección de cerámica portuguesa y unos muebles muy bien conservados.
Lunes, 2 de abril de
2012
3º etapa: Viana do
Castelo- Valença do Minho
Aproximadamente 50,3 km.
Salida hacia el norte por la N-13. Se pasa por Carreço y
Afife. Poco después el Minho se cruza en nuestro camino y caminamos por su
margen hasta Caminha donde desemboca el río Coura.
De Viana do Castelo a Caminha hay 23,3 km. Aquí Saramago
recomienda la visita a la casa quinientista de los Pitas, la Torre del Reloj y
los restos de la antigua muralla.
De Caminha se sale en dirección a Valença, a unos 27 km. Se
pasa por Vila Nova da Cerveira, en la que Saramago no se paró en su Viaje a
Portugal, de lo cual se lamenta. Resaltables el castillo del siglo XIV, varias
iglesias, a Fonte da Vila y la Casa Verde, de estilo brasileiro.
Cena de despedida en el restaurante Stop. Obligatorio el bacalhau.
Regreso.
Regreso.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)